¿QUÉ PASA EN LA MASONERÍA ESPAÑOLA?

 La masonería lleva 40 años de andanza en tierras españolas, y si abordásemos a día de hoy su balance tras todos estos años, es muy posible que la alegría del festejo se nos escaparía por entre los mimbres del cesto, y a buen seguro que no alejaría mucho de este balance masónico en la España Cañi

No se trata de que nos abrumen con números de membresías, hinchados en alagunas organizaciones a veces hasta la indecencia, tan solo con que aporten el número último del pasaporte masónico que se ha concedido, ya eso nos dará una cabal situación del estado de la situación. Ya en su día hice una aproximación que no pareció gustar mucho haciendo un análisis a partir de esos datos. Los crecimientos masónicos españoles

Está claro que la masonería española no acaba de resurgir de sus cenizas como el ave fénix, y sí no hagamos un breve repaso sobre pujantes Obediencias, como el caso de la Gran Logia de España (GLE) banderín de enganche de la regularidad, que hace aguas desde hace ya tiempo, sufriendo un calamitoso mandato de su ad vitam Gran Maestro OdA, que  tiene el honor de ocupar mas 1200 paginas en el blog  Transparencia Masónica y que este mes de Enero recoge un articulo del grupo MESA "Del chiringuito a la pseudo secta" (Comunicado de MESA), 

En ese último artículo se expresan cosas como estas «Sabemos que resulta muy difícil mantener la dignidad siendo miembros de una asociación que por el comportamiento de sus dirigentes es motivo de vergüenza, máxime cuando la mayoría de nosotros nada necesitamos de esta institución. Sin embargo, vemos con cierta lástima, como algunos hermanos parecen encadenados, anclados en una suerte de síndrome de matices sectarios, donde lo que es razonable y deseable en la gestión de una organización profana pierde su razón de ser en la Gran Logia de España».

No hace tanto se publicaba en este mismo pizarrón un tema sobre otra pujante, aunque pequeña Obediencia española, que tuvo su clímax, aunque hoy presenta una presencia mínima en el teatro masónico español como es el Gran Oriente Ibérico y que en julio del 2019 dejaba como reguero este artículo: Reflexión desde la Logia Atocha Grande Oriente Ibérico (GOI).

De ese estilo de situaciones, o parecidas se viene arrastrando desde hace muchísimos años por parte de la pionera Obediencia de levantar columnas en el territorio patrio allá por los 80. Como fue  El Derecho Humano (DH) y que hoy presenta un cuadro desvencijado de logias y Hermanos que  van poco a poco, no hace mucho fue el desmantelamiento de  algunos miembros y logias catalanas, luego le tocó a  Zaragoza, y hoy los Hermanos de la logia El Olivo y la Acacia con base en Jaén cierran sus puertas como estructura del DH.

Realmente la situación del DH es calamitosa, apenas 200 miembros que presenta como balance final tras 40 años de presencia, es algo para estudiar en profundidad, pues por ejemplo sabiendo que su último pasaporte entregado en este tiempo se sitúa en el número 1026 ante lo que cabe preguntarse ¿Qué ha pasado con los 600 miembros que ya no están conformando las membresías masónicas del DH?

Nunca nadie ha querido entrar en el análisis de esas cifras u otras, como las que expongo en el trabajo Los crecimientos masónicos españoles que explican muchas de las cuestiones que están pasando factura a las potencias masónicas españolas.

Es una pena no poder trasladar la carta de despedida de los integrantes de la logia jienense del Olivo y la Acacia, pues en ella se encuentran muchas claves que son parte del problema que afecta no solo al DH, sino al resto de las estructuras masónicas españolas, no se si tan convulsas como en los años 90, tal vez menos clarividente y presencial, pero con conflictos muy larvados, y que igual afecta a las logias españolas del Gran Oriente de Francia (GOdF) cuya pátina de solidez  se va resquebrajando por momentos, y más cuando uno rasga con la critica uña del imbécil..., pero también esas fisuras se dejan mostrar aunque muy mínimas, casi imperceptibles en otras estructuras como la Gran Logia Simbólica Española, que está presentando cuadros de crecimientos importantes aquí y allá, pero no se dejan ver las mermas que también las hay.

Ante toda esta situación sobre todo de la GLE y del DH que presentan las quiebras más importantes, y los escasos números vistos desde la perspectiva de los 40 años que han pasado, si nuestro carácter es el adecuado para el ejercicio del quehacer masónico porque  no se explican algunas situaciones y menos desde una visión externa, porque desde la interna, el peso excesivo de los referentes de las taifas masónicas, los diversos egos con sus razias de irradiación, lo menguado de las membresías masónicas logiales, donde el que manda con tres más es mayoría, donde la ignorancia masónica raya momentos insuperables, hace que uno se pregunte si de verdad hoy merece la pena hacerse masón o mantener su membresía. Por mi parte ya tengo unos años de membresía que deviene de los años 90, y ya tengo más Hermanos en casa, en sueños, que trabajando en las logias.

Victor Guerra